Felipe Massa entrando a boxes con la cubierta trasera izquierda destrozada |
A menos de 24 horas de
haber concluido el GP de Gran Bretaña el mundo de la F1 se vio revolucionado
por el nuevo Pirelli-gate. Dentro de la incertidumbre generada por los cuatro
reventones de neumáticos (Hamilton, Massa, Vergne y Pérez) que se produjeron
mientras se disputaba la carrera, se buscó rápidamente endilgar la
responsabilidad a alguien.
En principio, se culpó a
los pianitos del circuito de Silverstone. Ello fue desmentido inmediatamente
por Derek Warwick (Presidente del “British Racing Drivers Club”) quien señaló
que los mismos han estado en el circuito desde el 2009. Por su parte, Pirelli,
indicó que debía analizar las cubiertas para ver que sucedió. En definitiva,
nadie dudaba que la culpa de todo debiera recaer en la empresa italiana pero,
cuestiones económicas al margen, no se puede “ensuciar” a quien resulta el
único proveedor de cubiertas de la F1. Igualmente, la imagen de Pirelli está
quedando muy devaluada luego de esta temporada.
Rápidamente la FIA informó
que se aprobaría que Pirelli realice dos sesiones de test de tres días y, en el
que se llevará adelante en Silverstone los próximos 17 a 19 de julio, se
autorizó que formen parte los pilotos titulares (en principio iba a ser para jóvenes
pilotos solamente). Asimismo, se modificaría el reglamento permitiendo a
Pirelli realizar modificaciones a las cubiertas sin tener que llegar a obtener la
autorización de todos los equipos.
Todos estos cambios serían
aprobados por el Comité Deportivo (Sport Working Committee "SWC") de
la FIA.
En cuanto a los jefes de
equipo, Christian Horner ha dicho que se debería retornar a las
especificaciones del compuesto de 2012. Por su parte, Martin Whitmarsh fue más
allá y, con total sinceridad, no dejó de lado la posibilidad de que en el
próximo GP de Alemania (a correrse en Nürburgring) los equipos boicoteen al
mismo tal como sucedió en Indianapolis 2005. La diferencia entre lo que sucedió
en el 2005 y ahora en 2013 es que, en dicha época, existían dos proveedores de neumáticos
(Michelin y Bridgestone), por lo que los tres equipos que calzaban las
cubiertas japonesas, fueron los únicos que largaron. Hoy, al ser Pirelli el
único proveedor, el GP no se correría.
Definitivamente, estamos ante
una semana clave para la temporada 2013 de la Formula 1 que, desde ya, será
recordada por el excesivo protagonismo de Pirelli y, no de los pilotos y/o
equipos.
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