Una destruida cubierta Pirelli al finalizar el GP de España |
Justamente, Red Bull y Mercedes,
elevaron su queja pidiendo una mejora en los compuestos. Ambos equipos tienen
los coches más rápidos a una vuelta de la presente temporada pero a expensas de
un mayor consumo del caucho.
La Ferrari de Alonso al terminar el GP de España con las cubiertas maltrechas |
Claro ejemplo es la forma en que
Mercedes domina los últimos fines de semana la clasificación del sábado y, el
domingo en carrera se desploman no más allá de la quinta vuelta. Red Bull se
encuentra en una mejor posición en carrera pero, a la fecha, ello no es
suficiente para repetir los triunfos de Malasia y Bahrain.
Con motivo de dichos reclamos,
Pirelli informó que en el Grand Prix de Canadá incorporaría nuevas
modificaciones: las cubiertas delanteras seguirán como ahora con una estructura
de acero y, las traseras, retornarían a la estructura de kevlar que se utilizó
en la temporada 2012. Lo que no se modificaría serían los compuestos. Asimismo,
la empresa italiana requirió que a futuro se habiliten más días de test para
poder realizar un mejor desarrollo de sus compuestos.
La ausencia de modificación de
los compuestos entendemos se deriva de las razonables quejas de Eric Boullier
(Lotus) y Stefano Domenicali (Ferrari) que destacaron que la introducción de modificaciones
de tal tipo implican poner en desventaja a aquellos equipos que han realizado
un mejor trabajo en el desarrollo del monoplaza.
Desde ya, como indicó en su queja
Boullier, no es justo modificar las condiciones con las que se está llevando
adelante el desarrollo. Lotus realizó un gran trabajo aerodinámico y en el
desarrollo de la suspensión del Lotus E21 que le permite vivir este gran
presente gracias al hecho de que puede, en carrera, realizar una parada menos
en boxes. Introducir modificaciones a mitad del campeonato es beneficiar a
quien no ha desarrollado correctamente su monoplaza.
Como indicáramos en una nota
previa, en el año 2003 se perjudicó a aquellos equipos que montaban cubiertas
Michelin (McLaren y Williams) al ordenarle a la marca francesa la modificación
del compuesto rondando más de la mitad del campeonato por considerarlo ilegal
atento que, luego del rodamiento, el ancho de la cubierta era superior al del
inicio. La duda interpretativa del reglamento era en que momento se debía tomar
las medidas, si antes o después del rodamiento.
En 2003, luego de dicho cambio, Juan
Pablo Montoya vio truncada la posibilidad de ser campeón del mundo atento que,
el nuevo compuesto, desplomó el rendimiento de su potente Williams BMW.
Ferrari, el equipo protegido por la FIA en dichos años de amplio dominio, logró
obtener el campeonato de pilotos de manos de Schumacher seguido por el
consistente Raikkonen que, de no haber existido la modificación, hubiera
luchado el campeonato palmo a palmo con Montoya. La política y el juego de
poder siempre tuvo su injerencia en el deporte y, la Formula 1, no es ajena a
ello.
La declaración de ilegalidad del
2003, sumado al desastre de Indianapolis 2005 –donde Michelin no pudo asegurar
a los equipos que sus cubiertas no reventaran durante la carrera-, generó la
salida de la marca francesa a partir del 2007.
En estos días, Pirelli amenaza
con retirarse de la Formula 1 a fin de año si los equipos no prestan su
conformidad con la renovación del contrato. ¿Qué sucederá si se retira Pirelli?
¿Qué empresa la reemplazaría y desarrollaría los compuestos en tan poco tiempo?
Estamos ante preguntas sin respuestas pero que, de producirse la salida de la
empresa italiana, la temporada 2014 se verá aquejada por un problema de mayor
magnitud. El tiempo nos irá dando las respuestas.
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